Otros mundos además del nuestro:
el Automated Planet Finder

Los humanos se han preguntado por mucho tiempo si existen otros mundos alrededor de estrellas lejanas, cuerpos que llamamos planetas extrasolares, o simplemente exoplanetas. El primer exoplaneta fue descubierto en 1995, a 50 años-luz de la Tierra, orbitando una estrella en la constelación de Pegaso. En la década siguiente, el Observatorio Lick lideró el descubrimiento de exoplanetas a nivel mundial. Al ser la mayoría de exoplanetas muy poco brillantes comparados a su estrella, y encontrándose tan cerca de esta, son muy difíciles de detectar directamente. Por esta razón, los astrónomos han buscado pequeñas variaciones periódicas en el movimiento de la estrella causados por la atracción gravitacional del planeta al orbitar la estrella.
El liderazgo temprano de Lick en el descubrimiento de planetas fue el fruto de muchos años de trabajo por parte de varios investigadores, quienes utilizaron un instrumento muy sensible montado en el telescopio Shane de 3 metros. Basándose en este esfuerzo, el nuevo telescopio el Automated Planet Finder APF (Explorador Automatizado de Planetas) de 2.4 metros (94 pulgadas) entró en operación en el 2013. En el corazón del APF se encuentra el Espectrógrafo Doppler Levy, un instrumento increíblemente sensible a pequeños cambios en los movimientos estelares, diseñado específicamente para el objetivo del APF: la caza de exoplanetas.
Project Breakthrough Listen
Desde el 2015, los datos del APF han sido compartidos con el Project Breakthrough Listen, una búsqueda de vida extraterrestre. Los mismos datos que revelan la presencia de exoplanetas son examinados en búsqueda de luz de rayos láser de alta intensidad, que podrían ser una señal transmitida por vida inteligente en planetas similares al nuestro.
El descubrimiento de planetas pequeños y similares a la Tierra, con condiciones idóneas para albergar vida, es el Santo Grial en la caza de exoplanetas